Soy un criminal y merezco el infierno.
He roto la Ley de Dios. He mentido incontables veces en mi vida, también he robado aunque solo cosas pequeñas pero lo he hecho. También he usado el nombre de Dios en vano. Dios me ha dado la vida y todo lo que es querido para mi y yo he tomado su nombre para expresar disgusto. También he mirado con lujuria a muchas mujeres y Jesús dijo que es considerado como adulterio en mi corazón. Finalmente, he odiado a un par de personas y Jesús igualo el odiar con matar.
Estos son solo 5 de los 10 Mandamientos, pero los he roto todos!
Dios ha preparado un lugar llamado Infierno para mi castigo. Soy culpable y no tengo escapatoria del Juez. Si digo que lo siento mucho, El me dirá que debo de sentirlo pues lo que hice esta mal. Si digo que no lo haré de nuevo, El me dirá que estoy en lo correcto en no quererlo hacer ora vez pero eso no quita mi castigo.
Soy un pecador y voy a ir al Infierno.
Pero Dios nos ama tanto, que ha preparado una solución para que yo no tenga que ir al Infierno. Ha mandado a su Hijo, Jesús, a sufrir y morir en la cruz como un pago por mis pecados! En otras palabras, Jesús tomo el castigo que yo merezco para que el Juez me de en libertad: Yo rompí la Ley pero Jesús pago mi fianza! Ahora mi caso puede ser legalmente cerrado por el sacrificio de Jesús que me justifica delante de Dios.
Dios me esta dando el regalo de la justificación y vida eterna pero yo tengo que arrepentirme de mis pecados, darles la espalda y dejarlos; tengo también que confiar en Jesús como el único camino para ser justificado delante del Padre.
Soy un pecador y debo ir al Infierno, pero Jesús sufrió y murió por mi, para pagar mi merecido castigo con su propia sangre.
Soy un criminal–pero he sido justificado.
Y tu?